Quizás te hayas dado cuenta alguna vez que en la mayoría de complementos de plata que posees, aparece una pequeña marca de agua o sello con el número 925. Generalmente suele estar ubicada en la parte interior de un anillo o en el broche de cierre de una pulsera o unos pendientes. La plata pura es especialmente maleable y dúctil, con lo que resulta excesivamente blanda y frágil, inadecuada para el uso diario. Así fue como surgieron con el tiempo las aleaciones, que combinaban unos metales con otros como en el caso del estaño y el cobre para crear el bronce, o en el caso de la plata y cobre, aleación para poderla usar en joyería.

La plata esterlina —a veces también llamada plata esterlina 925, sterling, plata de ley 925 o simplemente plata 925—nos dice que el 92,5% de la composición de la pieza es plata pura, mientras que el 7,5% restante está compuesto de otros materiales -generalmente cobre- de manera que forma una aleación que fortalece la plata y la hace más resistente y duradera. Esta es la razón por la cual las joyas de plata que podemos encontrar en el mercado son tan duraderas y también el motivo por el cual es necesario cierto mantenimiento.


Así, en el mercado encontramos de forma generalizada 3 formas de trabajar con la plata, 980, 950 y 920. Indicando que se tiene 98%, 95% o 92% de plata pura, no te preocupes demasiado, como vez, en cualquiera de estos porcentajes, también llamados ley, tienes más del 90% de plata.


En Iztli Store el 100% de nuestros productos de plata cumple con el estándar 925, 950 o 980, por lo que puedes comprar con toda la confianza y unirte a la larga lista de clientes satisfechos con su compra.


Cuando compres en otros establecimientos asegúrate que tu joya sea de plata, ya que esta difiere totalmente con otros productos de bisutería bañados en plata. En estos últimos, se trata de una fina capa de plata superpuesta sobre otros metales o aleaciones de metales y que puede ser arañada o quitada con facilidad. Por norma general, el precio que pagamos por un producto plateado es un buen indicador para saber si se trata de plata auténtica o no. Si comparamos dos piezas idénticas o muy similares, pero sólo una de ellas está compuesta de plata, lo normal será que el precio se multiplique varias veces respecto al producto que no lleve plata en su composición.